Más allá de que lo de ayer, es una interna entre hinchas de un mismo club, no es ajeno a lo que habitualmente viene pasando en los diferentes hechos, independientemente de si son equipos diferentes o de la misma institución
Una vez más los estúpidos de siempre, ganaron una batalla más en medio de una gran guerra que se viene llevando adelante, desde estos últimos años, y cada vez con más victorias a favor de ellos, sin ningún reacción de parte de nadie que tiene que ver con el fútbol.
Para que esto se solucione, tiene que haber varias cosas que se tienen que acomodar, y varios que se tienen que poner los pantalones largos y que todavía no lo hicieron, claro está, debido a la gran cantidad de intereses que tienen tanto económicos como políticos, en principio.
En primer lugar, los propios directivos de los clubes, que se la pasan utilizando a los barras, para sus beneficios, como por ejemplo, el hecho de darles entradas, pagarles viajes, y un caso puntual de eso, y tomando en cuenta lo de ayer, justamente los dirigentes de boca, son parte de eso.
en segundo término los políticos, que indistintamente del partido político que sea, nunca se hizo nada para intentar solucionar esto y las medidas que se aplicaron, tampoco solucionaron de raíz el flagelo que tanto afecta al deporte que tanto amamos los argentinos.
La que más a mano tienen, y lo que se suele recurrir, es eliminar la asistencia del público visitante en los partidos de los distintos torneos oficiales y está más que claro, que por más que se esto se lleve a cabo, se van a volver a enfrentar entre sí los del propio club local.
Otros que tenemos que hacernos cargo, somos los periodistas, que nos pasamos dándoles el espacio, cuando en realidad no merecen tener ni un minuto de lugar en un medio de comunicación ni local, ni nacional, ni mucho menos internacional.
Claro, que los propios hinchas, también tenemos que movilizarnos en pos de erradicar cuanto antes este tema de la violencia en el fútbol; Una de las formas de hacerlo es marcándolos para que los propios policías puedan llegar a detenerlos como se debe.
Y ni hablar de la justicia, que tendría que dedicarse a aplicar las leyes existentes y no dejar que entren por una puerta y salgan por la otra, cada vez que se los presenta para que sean juzgados, de esa forma, se soluciona gran parte de este problema.
Lamentablemente, esto cada vez más se está complicando y es hora de que todos los que algo tenemos que ver, nos pongamos las pilas y hagamos lo que nos toca, y lo llevemos a la práctica cuanto antes, porque de lo contrario, cada vez va a ser peor
Es hora de que se busquen todas las formas de generar que las familias puedan volver a las canchas de fútbol, como era antes, y hasta no hace mucho, esperemos que este próximo torneo, que se avecina, se reduzca y se pueda ir tranquilo, aunque se es consciente de que eso cada vez se hace más difícil, por la falta de predisposición de todos los involucrados.