Sudáfrica:
En Sudáfrica se respiran aires de cautela y optimismo, mientras "la nación del arco iris" se prepara para escribir el capítulo más importante de su breve historia futbolística. Una enorme empresa le espera.
Aunque los últimos años han llegado acompañados de decepciones, los Bafana Bafana han demostrado también, aunque con titubeos, que son capaces de plantar cara a los grandes siempre que se les añada una dosis extra de motivación. Está claro que no hay motivación mayor que la de representar al propio país como anfitrión en una Copa Mundial de la FIFA.
En 1996, cuatro años después de su readmisión en el fútbol internacional, Sudáfrica cobró notoriedad en el mundo y sorprendió en los escenarios continentales al proclamarse campeona de la Copa África
En 1996, cuatro años después de su readmisión en el fútbol internacional, Sudáfrica cobró notoriedad en el mundo y sorprendió en los escenarios continentales al proclamarse campeona de la Copa Africana de la CAF por primera vez en su historia, tras imponerse a Túnez en la final celebrada en el Soccer City de Johannesburgo. La casualidad ha querido que, 16 años después, Sudáfrica regrese al estadio en el que conquistó su primer gran triunfo futbolístico, en esa ocasión con el objetivo de hacer historia en el mayor escenario mundial.
El maestro del mediocampo Steven Pienaar es la baza más valiosa de la selección sudafricana. En ausencia del delantero más prolífico del país, Benni McCarthy, que sigue sin gozar de las preferencias del cuerpo técnico, Pienaar aporta al equipo la imaginación y el talento creativo que tanto necesita.
Desde que llegó al Everton, Pienaar se ha reinventado y ha madurado hasta convertirse en un futbolista completo. Si bien la opinión sobre el mediocampista sigue dividiendo a sus paisanos, ningún sudafricano pone en tela de juicio la seguridad en sí mismo que irradia sobre el césped ni su capacidad para inyectar motivación en el juego del equipo. Sus actuaciones en la Copa FIFA Confederaciones dejaron claro que Pienaar será decisivo para el éxito de Sudáfrica en 2010.
México:
Tras unos años turbulentos en que cambió tres veces de entrenador y probó a más de sesenta jugadores, México encontró por fin la calma de la mano de Javier Aguirre. El ex entrenador del Atlético de Madrid conjuntó a un equipo que mezcla jóvenes talentos con estrellas consagradas y corrigió por completo el rumbo tricolor. De la mano del Vasco, el equipo pasó del quinto al segundo lugar de la zona Norte, Centroamericana y Caribeña, tras compilar cinco victorias, un empate y una derrota en la fase de clasificación. En Sudáfrica 2010, México ambiciona superar los octavos final, instancia en la que ha visto detenido su recorrido en las últimas cuatro Copas Mundiales de la FIFA.
Jugadores a seguir
Si un jugador tiene la gran responsabilidad de la transformación verde ese es Cuauhtémoc Blanco. El veterano creativo fue rescatado de su retiro internacional por Javier Aguirre y se convirtió en el símbolo del renovado Tri. A su lado florecieron jóvenes como Guillermo Ochoa, Efraín Juárez, Andrés Guardado y Giovani dos Santos quienes, junto con el capitán Rafael Márquez, serán las puntas de lanza del equipo mexicano para Sudáfrica 2010.
Clasificación
Tras superar sin mayores contratiempos a Belice en la primera fase, México se encontró en un complicado grupo semifinal. Jamaica, Canadá y Honduras opusieron mucha más resistencia de lo esperado al equipo entonces dirigido por Sven Göran Eriksson, que sólo pudo clasificarse gracias a su superior diferencia de goles con respecto a los jamaicanos.
El Tricolor comenzó el Hexagonal Final de la misma forma errática. Un triunfo frente a Costa Rica (2-0) y derrotas en Estados Unidos (0-2) y Honduras (1-3) obligaron a los mexicanos a dar un golpe de timón. Se fue Eriksson y llegó Javier Aguirre, quien ya había tomado al equipo en circunstancias similares en el camino a Corea/Japón 2002. El Vasco repitió el milagro, y tras una dolorosa caída en El Salvador (1-2), transformó radicalmente la fortuna azteca. Victorias consecutivas ante Trinidad y Tobago (2-1), Estados Unidos (1-0), Costa Rica (3-0), Honduras (1-0) y El Salvador (4-1), le dieron el boleto a los mexicanos con un partido por jugarse, en el que, relajados, empataron con los trinitarios (2-2), para terminar en el segundo lugar de la zona.
Uruguay:
Pocos equipos cuentan con la historia futbolística que ostenta Uruguay. El país rioplatense, con apenas poco más de 3 millones de habitantes, puede presumir de haber conquistado títulos mundiales, olímpicos y continentales con la asiduidad de los mejores del planeta. No obstante, la época de aquellos lauros parecen haber quedado lejos en el tiempo, tal como lo demuestran sus apenas dos apariciones en las últimas cinco fases finales de la Copa Mundial de la FIFA.
Con el objetivo de mejorar su imagen, el Maestro Oscar Tabárez vuelve a liderar a la selección charrúa que ya entrenara en Italia 1990. Y tiene con qué: el joven plantel actual llega a Sudáfrica con futbolistas promisorios y hambrientos de gloria, que suelen destacarse en las principales ligas de Europa. Diego Forlán y Luis Suárez son los encargados de guiar a un combinado que deberá superar la primera fase para repetir la mejor actuación de los últimos 30 años en el certamen.
Clasificación
Al igual que en 2001 y 2005, Uruguay finalizó en el quinto lugar de la competencia y debió definir el último pasaje disponible para la Copa Mundial de la FIFA en una repesca. La diferencia estuvo en el rival: ya sin Australia en el horizonte, la Celeste se midió al cuarto clasificado de la CONCACAF, Costa Rica. El primer encuentro disputado como visitante se saldó con victoria 1-0 gracias a un tanto de su capitán, Diego Lugano. La revancha, en Montevideo, finalizó igualada 1-1 con gol de Sebastián Abreu, uno de los pocos sobrevivientes de Corea/Japón 2002.
En la campaña sudamericana, los charrúas sumaron 24 puntos y estuvieron a un partido de quedarse con la clasificación: si hubieran vencido a Argentina en el Centenario, en lo que fue derrota 0-1 por la última fecha, se habrían ahorrado la repesca. Entre las principales virtudes del equipo del Maestro Tabárez está su ataque: con 28 conquistas, fue el tercer equipo más goleador del certamen por detrás de Brasil y Chile.
Jugadores estrella
La selección uruguaya cuenta con futbolistas jóvenes y de renombre internacional a la vez. En el fondo, cabe destacar la presencia y el liderazgo de Diego Lugano. El rubio marcador central representa a los capitanes históricos de la Celeste: temperamental, fuerte y con presencia en el área contraria.
En lo que respecta a la ofensiva, Uruguay presenta una dupla goleadora temible integrada por Diego Forlán y Luis Suárez. El delantero del Atlético de Madrid, presente en Corea/Japón 2002, llega con larga experiencia en los equipos más importantes del Viejo Continente y tendrá en Suárez a un ladero de lujo: en apenas dos años supo convertirse en el capitán del Ajax holandés. Entre los dos sumaron 12 tantos a lo largo de la eliminatoria.
Seleccionador
Nacido el 3 de marzo de 1947, Oscar Washington Tabárez afronta su segunda oportunidad en una fase final de la Copa Mundial de la FIFA con Uruguay. Así es: en Italia 1990 ya dirigía al equipo charrúa que terminó eliminado por el seleccionado local en octavos de final. Hoy, 20 años más tarde, el Maestro busca superarse con un equipo joven y batallador.
Francia:
Sudáfrica 2010 constituye un récord para la selección de Francia, clasificada para su cuarta fase final consecutiva de la Copa Mundial de la FIFA. En toda su historia, nunca antes habían hecho gala los Bleus de una regularidad semejante. Francia, considerada tradicionalmente una selección de buen nivel gracias a sus actuaciones en la máxima competición mundialista desde 1930 y a haber contado en sus filas con algunos futbolistas de leyenda, mejoró definitivamente su caché a finales de los años 90 para unirse al selecto círculo de las “grandes selecciones”, ésas que comienzan los campeonatos sin otro objetivo que ganarlos.
La generación de los Zinédine Zidane, Laurent Blanc, Didier Deschamps o Fabien Barthez supo franquear el obstáculo que había impedido a la anterior poner sus manos en el trofeo supremo. Michel Platini, Alain Giresse y, entre otros, Luis Fernández o Jean Tigana, se habían quedado en las semifinales en 1982 y 1986, pero sus sucesores llegaron al último peldaño y levantaron la Copa en 1998.
Pese a su mal paso en 2002, cuando ni siquiera superaron la fase de grupos, la selección gala estuvo muy cerca de sumar un segundo entorchado en Alemania 2006, pero la tanda de penales e Italia no lo quisieron así. Francia, aun huérfana de Zidane desde aquella noche de julio de 2006, sigue figurando entre las grandes del fútbol mundial, gracias a la eclosión continua de talentos que triunfan en los clubes más importantes. Franck Ribéry, Karim Benzema o Yoann Gourcuff son sólo algunos ejemplos.
Clasificación
Lo que importa es el resultado, se logre como se logre. Eso es lo que debieron de decirse a sí mismos jugadores y aficionados franceses la noche de la clasificación, obtenida en los últimos minutos de la vuelta de la repesca contra la República de Irlanda (1-0 fuera, 1-1 en casa tras la prórroga).
Jugadores estrella
A partir de 2006, Zinédine Zidane, Fabien Barthez, Claude Makelélé y Lilian Thuram se despidieron del fútbol o bien de la selección. De ese modo, nuevas figuras han tomado el relevo en los Bleus. Puesto que Patrick Vieira lleva mucho tiempo lesionado, Thierry Henry, el único superviviente de la gesta del 98, ha heredado el brazalete de capitán. William Gallas es el líder de la defensa, mientras que Jérémy Toulalan y Lassana Diarra son imprescindibles en la medular. La eclosión de Yoann Gourcuff, el talento de Franck Ribéry y la segunda juventud de Nicolas Anelka multiplican las opciones ofensivas para Raymond Domenech, quien, por otra parte, puede contar con Karim Benzema, André-Pierre Gignac, Florent Malouda y Loïc Remy, entre otros.
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